1999 fue un año cuando jugaba con mis hermanas, explorando cortinas o manteles como vestidos.
Descubrí que la ropa podía expresar algo.
Hoy es un estudio, un espacio donde pruebo posibilidades con lo que coexiste en lo natural.
Un lugar para transformar recuerdos y lo cotidiano en nuevos significados, dejando que la nostalgia guíe cada intento.
1999, mi casa era el estudio



Deadstock: lo que quedó por descubrir
Rollos de tela que se quedaron fuera del ciclo habitual, sin ser cortados ni usados.
Aquí los encontramos y los ponemos en diálogo con nuevas ideas.
De cada rollo de tela salen entre 10 y 15 piezas. Después, podemos replicarlas en otros rollos deadstock, explorando variaciones de tono o composición.

Upcycling: otra forma de volver
No es solo rehacer: es dar nuevas formas a lo que ya existe.
Tomamos prendas que ya tienen historia y las transformamos, creando nuevas maneras de habitar lo cotidiano.
Nada se repite: cada cambio es un ejercicio de observación, intención y escucha.

Tejido de punto: formas que nacen lento
Cada prenda se construye a mano, a partir de hilos seleccionados por su origen, textura y color.
El proceso alterna entre agujas tradicionales y máquinas manuales, permitiendo variaciones de densidad y acabado.
Punto tras punto, la forma se define de manera precisa y controlada.


Diseño y dirección por Ileana León
Hecho en México
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