Una Segunda Primera Vez en Kioto

Una Segunda Primera Vez en Kioto

By Estudio 1999

Fotografía y styling: Eléonor Delécluse

Modelo: Kade

Locación: Kyoto

Fecha: Abril 2025

 

A través de la mirada de Eléonor, descubrí nuevas gamas de color al otro lado del mundo.

Kyoto, una ciudad que no he pisado, pero que ahora extraño.

Hay algo en estas imágenes que se siente como una nostalgia compartida.

Las piezas de Estudio 1999 se funden con los colores de las calles, y el texto de Eléonor te lleva a ese lugar íntimo y lejano.

Me dieron ganas de compartirlo con ustedes.

I.L. 🪽

 

Camisa Corset y Short Nube

 

Cumplí 20 años la primera vez que fui a Japón. Fue hace 11 años.

Recuerdo que me enviaron a Tokio siendo una joven modelo, trabajando allí durante meses, con un inglés muy básico.

Lejos, muy lejos de mi lugar natal en el norte de Francia, aprendí códigos que no eran míos. Una cultura tan rica y distinta a la que conocía, que me sentí como enviada a otro planeta.

La forma en que la gente se viste y se mueve, las subculturas, las tradiciones y esa cultura ancestral tan arraigada en la sociedad japonesa tuvieron un impacto profundo en mí: en mi estilo, en mi forma de ver y vivir la vida.

 

 

Me sentía sola, pero también asombrada e inspirada.

El concepto de Ikigai empezó a resonar en mí: ¿cuál es la razón por la que me levanto cada mañana? ¿Qué le da valor y alegría a mi vida?

 

 

Japón me enseñó a apreciar las pequeñas cosas.

El olor de una rosa, el viento moviendo las hojas de un árbol, la vista tranquila de la naturaleza desde la ventana de un tren, la belleza de la sombra en contraste con la luz…

 


Camisa Cascada y Falda Durmiente

 

Era una observadora silenciosa, y empecé a capturar esa belleza a través de mi lente.

Japón me abrió los ojos, y desde entonces, nunca volvieron a cerrarse.

 

Playera Flor en gris y Falda Poesía

 

 

La vida me llevó de regreso a Japón muchas veces.

Hasta este viaje, once años después del primero.

Ahora soy adulta.

Viajé a Kioto por trabajo y decidí quedarme unos días más, para vivir Japón como no pude hacerlo años atrás.

Pasé días en onsen tradicionales, sumergida en aguas termales, dejando ir los pensamientos.

Dormí en futón y tatami en un ryokan, caminé por la ciudad con sandalias geta.

Subí montañas, me perdí a propósito solo para volver a encontrar el camino.

Me dejé guiar por mis pasos entre pueblos y ciudades.

Tomé fotografías.

 

 

 

Kaede tiene 20 años, la misma edad que yo tenía la primera vez que llegué a Japón.

 

 

Flan Top manga larga y Falda Poesía

 

Texto y fotografias: Eléonor Delécluse